A propósito de Largo...
José Antonio Torres Pato, nace en la ciudad de Ourense el 10 de julio de 1.955, en el barrio del Couto y fallece en la misma ciudad el 28 de octubre de 2016.
Pasa su niñez, su infancia y adolescencia entre juegos y vivencias de calle. Su altura por encima de la media en niños de su edad, le lleva a ser calificado como “largo”, sin saber que en un futuro firmará parte de su obra con este seudónimo, que acabará siendo su tercer nombre.
En la escuela “Vicente Risco” cursa estudios de magisterio. Aquí conoce a Marga, quien se convertirá en su compañera sentimental y posteriormente en su cómplice artístico. Más allá de convertirse en el recurso de aquellos alumnos con dificultades para el dibujo, comienza a acentuarse la necesidad vital de pintar.
Sus primeros trabajos coinciden con una época que anuncia cambios políticos y sociales. Los años 70 representan los últimos estertores del franquismo. Una oportunidad para todo un país y para una intelectualidad que ha vivido reprimida durante muchos años.
Son momentos para ser vividos, y que mejor manera que vivirlos rodeado de pintores; de una bohemia artística que se coloca, junto con otros sectores sociales, a la vanguardia de un nuevo paradigma.
Acabados sus estudios de magisterio, el azar le lleva a la ciudad califal de Córdoba para realizar el servicio militar. La Mezquita, el Museo de Julio Romero de Torres, son visitas obligadas para alimentar su vocación.
En Córdoba colabora con actividades culturales que le ayudan mantener vivo su compromiso con la cultura.
De vuelta a su Ourense natal, recupera su hábitat natural. Las calles empedradas, el casco antiguo, la zona de vinos,… lugares llenos de encanto que la bohemia artística frecuenta. Entre ellos, un grupo de pintores que empiezan a consolidarse como los “ARTISTIÑAS OURENSANOS”.
Siendo estos de una generación anterior, se convierten en sus maestros. En sus estudios pasa mucho tiempo. Son días para empaparse de colores, ideas, lecturas, olores, de sueños…
A comienzos de los 80, realiza su primera exposición en el Ateneo Orensano, sin saber todavía que la pintura iba a ser su vida; y que los pinceles y los colores su forma de comunicarse.
La escritora Chus Pato, le escribe un poema para su primer catálogo.
Chove en forma de pétala
ata cristalizar a noite
para isto cumpriu que a curuxa
estendera o seu manto
e ti te asolagases na brancura dos seus ollos
La formación autodidáctica no es un acto unidireccional. Es necesario adentrarse en la literatura, en el cine, la música, el teatro…, todo aquello que sirva como anclaje a la formación artística. Todo este mundo cultural, abre la mente y abre camino a las emociones para continuar investigando. Consciente de que su formación artística necesita conocer otras ciudades, otros legados artísticos, comienza a viajar.
Su primer destino es París. Allí recibe el impacto de su arquitectura, de su ambiente multirracial y de sus grandes museos. Visita El Louvre, Pompidu, Museo de los impresionistas, El Museo de Arte Moderno, etc. Vibra con Picasso, Chagall, Van Gohg, Cezane, Matisse, Modigliani, Delacroix. Es la pintura de Picasso la que provoca en él una emoción muy fuerte, a la vez que encuentra en el genial malagueño la tan necesaria motivación para pintar.
En París ve las primeras y grandes instalaciones; montajes multiartísticos, performances, etc. Se impregna en directo de los grandes movimientos pictóricos: impresionismo, cubismo, surrealismo…
Se da cuenta de que el arte no se encuentra siempre en la materia, sino en su transformación.
A su regreso continúa trabajando intensamente en su pintura, combinando ésta con otros trabajos complementarios. Realiza exposiciones colectivas por toda Galicia y alguna individual.
Su siguiente viaje no podía ser otro que la monumental Italia para empaparse del Renacimiento. Por el camino, una visita indispensable en Arlés en honor a uno de sus pintores preferidos: Van Gogh.
Es para él un momento sublime la visita a Florencia, Milán, Venecia. Queda deslumbrado por el arte del Renacimiento; su arquitectura, su escultura, su pintura…, se estremece con la belleza y majestuosidad de Leonardo Da Vinci, Miguel Ángel, Botticelli, Massacio, Tiziano…
Su deseo de pintar se ve reforzado y deja Ourense, junto con Marga, para vivir durante doce años en distintas ciudades. Entre sus destinos están: Santander, Barcelona, Ponferrada, Madrid…, manteniendo en todo momento contacto con el mundo del arte y la cultura, haciendo trabajos diversos y colaboraciones con todo tipo de actividades. Trabaja con artesanos, maestros, directores de cine, etc.
Su compromiso con Las Artes Pláticas y Escénicas, es una constante durante todos estos años. Pero no menor es su compromiso social y humano, que lo lleva a colaborar con ONGs, con Cuba, con movimientos feministas, con asociaciones culturales y de vecinos.
Su respeto y apoyo al movimiento feminista, le llevará a conocer la obra de mujeres pintoras muy interesantes por su lenguaje poético y provocador, como Frida Khalo, Maruja Mayo, María Blanchard, Tamara de Lempica, Moriset, etc.
Un nuevo destino que lo marca es la ciudad de Londres. Visita la Tate Galery, el British Museum, La National Gallery…, descubre la acuarela de Turner, la pintura de Bacon y a Lucian Freud, entre otros. Queda igualmente impresionado por todo lo que ve de la cultura egipcia.
Más tarde será Ámsterdam la ciudad elegida. Se centra sobre todo en la pintura de Van Gohg, visitando su museo actual. También el Rijksmuseum. Admira la obra de Rembrandt, Vermer y Frans Halls, visitando el museo dedicado a él en el pueblo de Harlem, a 20 km de Ámsterdam.
Esta ciudad le emociona por sus canales, sus puentes, sus calles llenas de bicis, los coffee shops, sus gentes, etc.
En 1991, Marga aprueba las oposiciones de magisterio, y ello lo trae de vuelta a Galicia. El primer destino de Marga, es O Bolo. Un pueblo de la montaña orensana. Deciden vivir allí; el contacto con esa naturaleza explosiva y agreste les motiva a permanecer en este pequeño pueblo durante cuatro años.
Durante estos años, pinta el entorno natural, disfruta con la gente y sus vínculos con la tierra. Su obra comunica todas estas vivencias a través sobre todo del óleo. Los paisajes es el tema más trabajado.
Es en este momento cuando siente que el arte es sobre todo “un estado del alma“ como pensaba Marc Chagall.
Durante estos cuatro años, pasa los veranos en Palma de Mallorca. Redescubre el mundo mágico, a Miró y sus grandes formatos.
La luz del Mediterráneo, sus aguas tibias en esas calas pedregosas y sus noches calurosas no dejan indiferente al pintor. Realiza grabados, en un taller de la zona antigua de Palma. Su principal temática es la ciudad y el Mediterráneo.
Palma de Mallorca y sus pueblos enriquecen su espíritu curioso y permeable, siendo la oferta cultural de la isla, impresionante.
Hace doce años que habían dejado de vivir en Ourense, y sienten la necesidad de regresar. Se instalan en un pueblo cercano a la capital: Bóveda de Amoeiro. Aquí reside actualmente, trabajando en el estudio de su bonita casa.
El mundo del campo, sus animales, el paso de las estaciones que modifican el paisaje de la naturaleza, el Océano Atlántico, A Mariña lucense… le impregnan de olores y sonidos…, le llevan a definir su lenguaje pictórico. Sus acuarelas son en este momento una explosión de colores.
Su obra en acuarelas, es muy extensa, pasando por diversas etapas evolutivas, fruto de su trabajo de investigación. Sobre todo busca esa sintonía cromática y figurativa que caracteriza su obra.
Más allá de la acuarela, utiliza técnicas mixtas, el óleo, etc. Quiere conocer el trabajo con la pintura acrílica.
Si sus técnicas son diversas en soportes, también lo son en su temática. Cabe destacar sobre todo el estudio de personajes, naturalezas vivas y el mar. El mar de día, con el sol del atardecer; de noche, con sus lunas llenas. El mar por dentro; con sus rincones ocultos, con sus seres increíbles en formas y en colores. El mar por fuera, con sus cambios cromáticos continuos. El mar bravo que bate contra los acantilados, y el mar calmo y sereno de las noches de verano. Todo ello bajo la influencia de sus pintores preferidos: Picasso, Goya, Matisse, Van Gohg, Velázquez y Botticelli, entre otros.
La cultura no es un campo estrecho. No consiste en el desarrollo de unas habilidades que basten sin la complicidad de otros conocimientos y vivencias. La pintura, como cualquier otra manifestación artística, es el resultado de factores personales que se van moldeando con el tiempo, y de vivencias de otras disciplinas que acaban convergiendo en la elaboración de una obra. La música, el teatro, el cine, la lectura, los viajes, las experiencias vitales y los contactos personales son parte de un todo indivisible